

Finales de los ochentas todavÃa con menos de 4 años de casada, trabajando en el mismo lugar y viviendo en la ciudad de México.
Antecedentes: Después de la alocada época del mundial, antes y después de casada, con muchas novedades en mi vida y sobretodo muchas curiosidades. Trabajando en la misma empresa de siempre, muy involucrada con mi trabajo que me encantaba, sin hijos todavÃa, y metida en juegos sexuales, que ni entendÃa bien él porque, pero que no habÃa hecho mucho por salirme de ellos, después de que estos empezaron en un viaje de trabajo a Loreto, a pesar de que el sexo en casa era bueno, desde mucho antes de casarme.
En esa época me dedicaba en cuerpo y alma a mi trabajo, y lo mismo sucedÃa con mi marido, lo veÃa bastante seguido, por lo que nunca he encontrado una buena justificación que me convenciera de mi infidelidad, sin embargo la realidad es que sin darme cuenta estaba totalmente involucrada sexualmente con mi jefe, en una relación que llego a durar bastante tiempo, aunque no tenÃamos sexo tan seguido.
Lo peor, o lo mejor de todo esto, es que me gustaba bastante, no sé si por el erotismo, por lo prohibido, o porque el sexo con mi jefe era siempre diferente, y por veces me hacia hacer cosas que nunca me atreverÃa a hacer con Manuel.
La verdad andaba siempre caliente y dispuesta a todos los juegos que él me proponÃa. Sabia que al más mÃnimo detalle o insinuación por parte de Alfredo, mi corazón palpitaba, e inevitablemente mojaba el calzón!
Era algo que ni hoy puedo entender? A lo mejor hasta disfrutaba mas el sexo con Manuel sin embargo el alto nivel de erotismo me tenia totalmente embobada. El tener sexo con alguien que no fuera mi marido, me traÃa trastornada, pero me gustaba mucho, y la verdad nunca hice nada que no quisiera, lo peor es que todo lo que iba sucediendo, siempre lo acepte sin reproches, y hasta puedo asegurar que hoy casi 15 años después no me arrepiento de nada de lo que hicimos Alfredo y yo.
Pero regresando al tema de la situación más erótica en que me vi involucrada con Alfredo, y que al escribirla todavÃa me salen maripositas en la parte baja del vientre, sucede pues que levábamos casi 15 dÃas sin sexo, por la carga de trabajo, viajes de ambos a diferentes lugares, y las familias tanto la mÃa, como la de el, no nos permitÃan encontrar el momento adecuado.
 Alfredo, estaba casado como yo, pero tenia otras amantes que yo conocÃa bien, pero tampoco era algo que me importara mucho.
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Era enero y hacia algo de frio, por lo que yo tenia puesto un conjunto de falda larga, gris con azul, y un suéter, en tonos también de azul gris y negro.
Por la mañana de ese miércoles me di cuenta que no solo yo era la que ya tenia necesidad de sexo y erotismo prohibido, al recibir varios comentarios positivos de mi atuendo, y que bien me quedaba, e que bien me veÃa, etc etc. No mucho tiempo paso, para recibiera una cariñosa y calmada nalgada en mi pompi izquierda, de las que ya eran normales, pero no con tanta gente cerca, que nos podÃa haber visto, porque con nuestra situación de casados no nos podÃamos permitir, dar oportunidades a que los demás hablaran, y en una empresa grande se deben de cuidadar estos detalles.
Por la tarde preparamos en su oficina una presentación para la dirección, de unos contratos para anuncios de televisión, y en los pocos ratitos que quedamos solos mi jefe y yo recordamos detalles de una de cojidas más eróticas que habÃamos tenido hace muy poco en el mes anterior después de la fiesta de navidad de la empresa, en el hotel Presidente, que esta al lado del Niko, en que después de que Manuel se fue........... no, no esa otra historia....
La tarde iba transcurriendo y por lo menos mi calentura aumentaba en forma incontrolable, aunque yo no soy nada adepta, ni en pro de las masturbaciones, tengo que confesar que como a las 6.30 PM me metà al baño de mujeres con toda la intención de disminuir mi gran calentura con una leve masturbadita, cosa que se me frustro porque era la hora de la salida y el baño estaba con tanta gente que me fue literalmente imposible concentrarme.
 Salà del baño y hable a la oficina de Manuel en la Condesa, le informe que tenia mucho trabajo, y que llegarÃa mas tarde, pero él me recordó que era miércoles y que irÃa a su club de toby con sus cuates a jugar domino, y que seguramente llegarÃa después de mÃ, por lo que, yo no me preocupara!!!!
Preocupada no estaba, lo que tenia era una enorme calentura...................Cerca de las 8.00pm recibo una llamada de mi jefe, quien me pidió que fuera a su oficina, pero por su voz me percate que estaba igual o peor que yo. Ni acababa de entrar cuando me dice, ya no puedo mas, no aguanto, he estado todo el dÃa desconcentrado viéndote, me urge, quiero todo contigo. Me quedo callada y no digo nada..........a poco no andas caliente?....... no tanto, le conteste... no te creo. Acércate a mÃ... estoy seguro que me estas mintiendo?!?!
Se ve que después de varios meses, me conocÃa bastante bien.!!!!!!!
Me acerco a su sillón, y suavemente me pone la mano en la rodilla por debajo de mi falda larga gris, poco a poco va subiendo la mano por mi entrepierna, y los escalofrÃos brotaban por las facciones de mi cara, era inevitable tratar de esconder el estado en que me tenia.
Rápidamente llega hasta arriba de mi pantimedia, sin ningún problema por lo largo y ancho de mi falda, y la posición de su escritorio, no permitÃa que mi cuerpo fuera visto por los demás compañeros de trabajo, que todavÃa no se iban, por la carga de chamba que todo el departamento tenia, al programar todo el año.
Con la mano hasta arriba de la pantimedia la jalo con cuidado. Alcanzo el resorte de mis pequeños Calvin klein blancos, mismos que con suavidad pero también con conocimiento separo de mi cuerpo.Como no queriendo ayudarlo, pero si, separe un poco mis piernas, porque sabia lo que él querÃa hacer,,,,,, no era la primera vez, que revisaba que tan mojada estaba mi ropa interior y también los labios de mi sexo. Sus dedos se metieron despacito adentro de mÃ, cerré los ojos por un momento, y pude sentir el deslizar fácil y mojado de su dedo Ãndice en el interior de mi cuerpo. Después de llevar los dedos a sus labios me dice: andas igual que yo, desde la mañana verdad? Que caliente eres, me encanta cuando estas asÃ. Solo conteste que si, a lo que de inmediato me pidió que me quedara a terminar un trabajo que fácilmente pude haber terminado el jueves en la mañana, pero los latidos de mi corazón, me delataban, y el erotismo que sentà en todo el dÃa me obligo a quedarme, sin pensar mucho en las consecuencias, que la verdad estaba dispuesta a todo lo que fuera y viniera. Me urgÃa sexo y cachonderias!!!!!!
Esperamos un rato y como a las 9.00pm ya no habÃa casi nadie en nuestro piso, sin usar el teléfono, me llama desde su oficina con voz fuerte. Miranda.. Vienes a mi ofi. por favor?.....Mi corazón brinco, pero la respuesta salió aprisa de mis labios, ahà voy. Ahà voy. Tome algunos documentos que tenia sobre mi escritorio, entro a su oficina y solamente siento que detrás de mÃ, la puerta se cerro sin ruido alguno, alcance a percatarme que no coloco el seguro, lo que me dejo todavÃa más nerviosa, pero la verdad, nunca cerrábamos las puertas con llave porque seria bastante sospechoso para todos los demás, ..... pero cuales? ......ya era demasiado tarde, Alfredo me agarra la cabeza, y me beso metiendo su lengua hasta mi garganta, mientras que apretaba fuertemente mi cuerpo contra el suyo, que me permitÃa sentir la gran erección que su sexo ya tenia, y en mi caso los dolores en la parte baja del abdomen seguÃan en aumento.
Baja, por favor baja, ya no aguanto más¡¡¡¡ y detrás de la puerta de su oficina me arrodillo frente a el. Aflojo su cinturón, le bajo el ziper, y ayude a que sus pantalones cayeran sobre la alfombra color gris, misma que siempre me picaba las rodillas. Empiezo a meter mi mano en su entrepierna por adentro de los boxers, azul marinos con rayas verdes, acariciando los testÃculos que se sentÃan muy hinchados y duros, pero la calentura no permitÃa grandes pereambolos, por lo que mi jefe ya no iba a aguantar mucho, yo lo conocÃa bien. !!!!
Empiezo a morder su erecto pené por encima de los boxers hasta llegar a la punta que ya demostraba residuos de la calentura de todo un dÃa, entonces me lo meto todo en la boca, sintiendo en mis labios las palpitaciones rápidas de su corazón.
 Le seguÃa dando una buena lamida de pené, sabiendo que no podÃa tárdame demasiado porque se podÃa venir rápido, y a mà también me urgÃan unos buenos orgasmos, y de esta vez no querÃa que terminara en mi boca, pero si en mi sexo que estaba sediento de su semen! Que suerte tuvimos .... porque en ese preciso momento el policÃa de la vigilancia que iniciaba su primer rondÃn, entra a la oficina al no escuchar a nadie, porque vio la luz prendida, lo único que rápidamente se me ocurrió fue hacerme la guey dizque recogiendo los documentos que se me cayeron al piso, que eran los que traje de mi escritorio, y con eso le permità a Alfredo medio esconderse detrás de la puerta, se subió los pantalones como pudo, y de espalda le dijo al poli!!! Que no se preocupara, porque ambos nos quedarÃamos hasta tarde, por una presentación para mañana uf uf..... Creo que medio la libramos.Discúlpeme lic., no sabia que seguÃan trabajando usted y la Sra. Miranda, y que bueno que me informan porque ya no quedaba casi nadie en el edificio.
Nunca supe si nos cacho o no? Pero yo estaba totalmente despeinada a pesar de que traÃa el pelo corto, con el suéter tan desacomodado que le permitió ver claramente mi brasier blanco, y Alfredo nunca se volteo, porque tenia el pantalón desabrochado, él pené parado, y mojado por mi saliva.
Se salió el poli.... Me dijo que fuéramos a su escritorio que habÃa sido cómplice de otras aventuras, nunca tan eróticas como la de este inolvidable miércoles de enero.El se sienta en su sillón porque en esa posición le permitÃa ver si alguien se acercaba, y en principio nos darÃa tiempo para cualquier disimulo????? No era cierto pero la calentura ayuda a muchas cosas. ¡!!!!!!
A mà ya me importaba un comino que me vieran, lo que querÃa era un buen orgasmo y ya ¡¡¡¡¡¡¡ cómo mÃnimo, pero si me imaginara cuantos iba a tener en esa noche ¿ ya me hubiera quedado, de seguro, muchos otros miércoles en la oficina hasta tarde???????
Sentado en su sillón volteando para la puerta, aprovecho para quitarse totalmente los pantalones del traje y los boxers, yo me siento sobre él dando la espalda a la entrada de la oficina, lo que le permitÃa una vez mas llevar el control de la situación. Nos besamos, me metió las manos por debajo de mi ropa, desabrocho mi brasier que era de los de broche al frente, me levanto la blusa dejando mis duros e hinchados senos enfrente de su cara, empieza a juguetear con la lengua alrededor de mis claros pezones, porque sabia perfectamente lo sensibles que son, y no me queria desconcentrar, chupo tanto que ya no podÃa mas, ya no aguantaba mas, me separe tantito, abriendo ambos los ojos en ese instante, viéndonos directamente a las caras, y le dije..... hoy no hay problema, me acaba de bajar y no quiero condones, te quiero a ti ¡!!!!!!
En eso lleva su mano hasta la parte baja de mis piernas, y se percata que ya no traÃa pantimedias, y sigue subiendo hasta mis muslos, y no encuentra los calzones, que premeditadamente me habÃa quitado en mi oficina por si nos tocara un siempre divertido rapidin, ya que no hay que olvidar que seguÃamos en la oficina, y los rapidines eran siempre la única solución para las calenturas momentáneas.
Me toco mi sexo, totalmente empapado, la humedad era tanta que me metió los tres dedos de su mano derecha hasta al fondo de mi vagina, y dos de la mano derecha ingresaron con mucha suavidad por mi ano, con tanta maestrÃa y conocimiento de mis necesidades sexuales los fue moviendo de tal forma, que de inmediato tuve mi primer orgasmo en sus manos, cosa bastante inusual en mi. Rápidamente trate de meter su pené en mi, pero no me lo permitió, me acostó boca arriba en su escritorio, con sus brazos me separo las piernas al máximo, y con las manos me agarro los senos, tan fuerte que se me salió un grito de dolor, mezclado con el erotismo desbordante que existÃa adentro de la oficina de Alfredo.
Me empieza a lamer las piernas desde las rodillas, la entrepierna hasta llegar a mi sexo, que fue tratado con delicadeza, alrededor de mà enrojecido clÃtoris, con su lengua, chupando los abundantes lÃquidos de toda una tarde de calentura, ayudada por sus escurridizos dedos explote de nuevo en mi segundo orgasmo de la noche, totalmente fuera de mÃ, con la cabeza caÃda sobre uno de los dos sillones de invitados que se encontraban enfrente de su escritorio.
 El peligro, el erotismo, la infidelidad, el lugar, la hora, el ser un compañero de trabajo, el conocer a su esposa, y yo ya no sé que????? todo esto me tenia como una mujer que querÃa todavÃa mas y más¡¡¡¡¡¡¡ pero estaba lejos de imaginar que solamente llegarÃa a mi casa a la 1.00 de la mañana y todavÃa no eran ni las 11.00 PM. Finalmente después de tanto esperar, y de que ambos quedamos abrazados por algún tiempo, sin decir palabra, con mi mano busco su sexo, lo sostengo, medio lo masturbo para que rápidamente volviera a estar totalmente erecto, y lo acomodo a la entrada de mi vagina, cada vez mas abierta, roja, y deseosa!!!!!!!!! Suavemente me voy sentando en el, poco a poco, hasta sentirlo totalmente hasta lo mas adentro de mi cuerpo.
Es la posición que todavÃa hoy mas me gusta, y no fue necesario ni mucho tiempo ni muchos movimientos para venirme por tercera, y cuarta vez al mismo tiempo, en que los besos y nuestros cuerpos semi desnudos se fusionaron en uno solo. El sudor de ambos era tal que dejamos su corbata totalmente empapada, no sé bien de que, pero si tendrÃa que desaparecerla antes de llegar a su casa, porque seguramente su esposa Karina lo iba a cachar, y como yo la conocÃa bien, lo que menos querÃa es que él fuera a ser apañado.
Por mi entrepierna escurrÃa de todo, los olores a semen, a, vagina, a culo, a sudor, a sexo, eran tales que nos emborrachaban, en ese momento me acuesta boca arriba en el escritorio, me pone las piernas en sus hombros y me penetra una vez mas hasta lo mas adentro de mi. Me levanto de tal forma que pudo meter dos dedos en mi ano, tocando lo más profundo de mi intestino, yo ya no podÃa mas, pero me doy cuenta que se iba a venir por segunda vez. Entonces rápidamente uso mi imaginación, recordando a mi marido. Pero esa va a ser otra historia........lo abrazo fuerte, le doy un mojado beso hasta lo mas profundo de su garganta, y en esa posición nos venimos juntos en una forma explosiva.
Sin separarnos me jala sobre él, se sienta de nuevo en su sillón, conmigo en cima, sintiendo yo todavÃa las ultimas contracciones de un inolvidable orgasmo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
 Nos quedamos un buen rato con su cuerpo adentro del mÃo, hasta que su pené disminuyó totalmente su tamaño, me salgo, ambos nos reÃmos observando la gran cantidad de semen que brotaba de mà vagina y su camisa totalmente manchada por los lÃquidos de ambos.Â
Le digo.No sé que paso hoy pero normalmente no te vienes tanto, mientras mi sexo totalmente blanco, no escondÃa el enorme placer que acabábamos de tener?. Me salgo del sillón, dejo que mi arrugada, y manchada falda gris me cubra las nalgas, medio acomodo el suéter, recojo el brasier, que encontré en el piso debajo de su escritorio, le doy un ultimo beso en la boca, de despedida, y le digo que ya me iba porque era muy tarde las 11.45pm, aunque sabia que Manuel nunca llegarÃa antes de la 1.00 AM.
Me doy la vuelta a su escritorio abro la puerta de la oficina con las piernas todavÃa temblorosas, para dirigirme al baño para limpiarme un poco antes de llegar a la casa y darme un fabuloso y necesario regaderazo, cuando doy el primer paso en el pasillo .....y... Alfredo me vuelve a llamar, y me dice.............el castigo para una mujer tan erótica todavÃa no termina??????
 Pero Alfredo ya es tarde, y ya no puedo mas, estoy toda batida, pero mi corazón vuelve a palpitar!!!!!!!! ven un ratito porfa???
Sin cerrar la puerta me acerco a su escritorio, de frente a el, todavÃa desnudo y con él pené flácido, pero brilloso por lo mojado de ambos, me dice... Te despediste de mÃ, despÃdete de el también, apuntado a su sexo........que descansaba sobre su pierna izquierda. No te lo puedo creer. después de todo todavÃa quieres que te lo mame de despedida......estas carbón!!!!!!!Yo sabia que de las cosas que más le gustaba a Alfredo era que se la chuparan, fuera quien fuera, tanto yo como otras dos compañeras de trabajo que se lo hacÃan muy seguido.Dejo caer al piso los documentos que llevaba en las manos, pongo el brasier sobre su escritorio, separo los dos sillones de visitante que estaban al frente, me acuesto sobre este y dejo caer mi cabeza hasta alcanzar su pené con mi boca. Me detiene la cabeza con sus manos y siento su flácido, mojado, y multioloroso pené, empezar a palpitar dentro de mi boca, aumentando dimensiones, en forma y tiempo, totalmente desconocidos para mÃ, algo tenia en su mente que lo traÃa asÃ????
No podÃa ser, yo no podÃa creer, a este hombre si que le brotaba el erotismo por los poros.
 Llevaba ya algunos minutos besándole él pené, en esta nueva pero cómoda posición, acostada boca abajo sobre su escritorio, cuando sorpresivamente siento unas manos deteniendo mis tobillos, que rápidamente acarician mis nalgas sobre mi falda gris. Trate de brincar, voltear a ver quien era, y záfarme de esa situación incomoda y asustadora, pero con gran fuerza Alfredo me detiene la cabeza y los hombros, y escucho su voz tranquila decirme al oÃdo,... aguanta quiero que lo hagamos, se que te va a encantar, para mi esta es una fantasÃa con que sueño hace tiempo pero no me atrevÃa a proponértela!!!!!
Yo medio confundida, asustada, apenada, y enojada, pero más caliente que nunca, vuelvo a tratar de escapar, pero en esa posición y con dos hombres deteniéndome, me doy cuenta que todos los esfuerzos que hiciera serian en vano. Entonces recoge mi bra de arriba del escritorio, y me lo coloca alrededor de la cabeza, medio tratando de taparme los ojos.
 Al mismo tiempo sentÃa que las manos extrañas de nuevo bajaban a mis tobillos,, y empezaron a subir mis piernas por debajo de la falda, en el momento que mi jefe me da una enérgica orden. separa las piernas , aflójate y estate tranquila, por favor.............no sabia que hacer, si aceptar lo que me pedÃan, si gritar por la seguridad, pero que oso, si los polis me cachaban en esa situación!!!!! O si es que el que estaba detrás de mà era el poli, que nos habÃa cachado hace 1 hora????? No sabia que hacer, estaba totalmente sumisa a los deseos de estos dos hombres.
Las manos del desconocido subÃan rápidamente por mis piernas, y el sentimiento de pena y vergüenza, al sentir que tocaba, y vÃa mi cuerpo, el sexo lleno de mis jugos y de semen de Alfredo que seguÃa escurriendo y brotando intensamente de mÃ, me tenia totalmente descontrolada. Pero no tuve tiempo para preocuparme porque en ese preciso instante, me agarra mas fuerte la cabeza y me dice.....mas.......abre mas tus piernas....entonces las abro todo lo que pude, quedando cómodamente acostada sobre el escritorio, cuando me percato que por debajo de la mesa podÃa medio ver unos zapatos, y unos pantalones beige que aparecÃan del otro lado.
Trate de reconocerlos pero me fue imposible, además el brasier tapando mis ojos si me llegaba a estorbar la visión, y lo único que pude confirmar es que efectivamente si era un hombre.
 Las manos extrañas se separan de mi cuerpo, y siento que me alzan la falda por atrás y me la colocan sobre mi espalda, dejando mis nalgas, y mi sexo mojado, expuesto, y disponible para quien sabe quien????. La situación era sumamente erótica, pero sentÃa vergüenza, por todo lo que este hombre estaba viendo, mis pelos pubicos empapados de semen etc. etc., y la posición no era la más propia para una mujer casada!!!
En eso siento una mano tocar mi nalga derecha y la otra la izquierda separándolas tanto que hasta me llego a doler, metiendome los dos dedos pulgares en mi vagina.
En eso el hombre se arrodilla y para mi sorpresa su lengua se mete en mi sexo, y me empieza a mamar la vagina y el ano con gran habilidad, produciéndome una enorme sensación de placer, al imaginar que lamÃa el semen de otro hombre dentro de mÃ, pero al mismo tiempo por los movimientos y sonidos percibÃ, que se aflojaba el cinturón, abrÃa el ziper, y el botón del pantalón, mientras me seguÃa chupando y limpiando con su boca todo el semen de Alfredo, logré escuchar el resorte de sus calzones cuando los bajo. Definitivamente iba a ser violada por un extraño, mientras mi amante me detenÃa y lo permitÃa, pero si soy sincera esa sensación nunca se me olvidara!!!!!
 Solo escucho un nuevo comentario de mi jefe. Tranquila te va a encantar, y a mà también ver a otro hombre cogiendote, mientras tanto yo seguÃa con su pené ya enorme en mi boca, y percibo la cabeza de un nuevo sexo masculino que sin ningún esfuerzo se mete adentro de mÃ, en un instante llega hasta al fondo sin producirme dolor, pero si mucho placer, mientras cada segundo sentÃa mas palpitaciones del corazón de Alfredo en mi boca, y por fin las manos de este hombre alcanzan mi deseosos pezones que estaban grandes y enrojecidos, que hasta me dolÃa el roce con la ropa.
Los acaricio tanto, que sentà como si me saliera algún liquido de los senos, porque la mesa se mojo con algo, pero la verdad es que cualquier otro liquido pudo haber llegado ahÃ, nunca supe que paso?
Empiezan los movimientos de mi cuerpo y del extraño con una cadencia calmada, levante mis ponpis al máximo para permitir una mejor y más profunda penetración, ya que por lo que sentÃa, este cuate, no la debÃa de tener muy grande, pero lo suficiente para explotar en un nuevo largo orgasmo, que se junto con otro inmediato, mas corto pero con grandes fantasÃas en mi cabeza, al no poder imaginar quien seria. Me dio tiempo para pensar en varias posibilidades, el director Gustavo, o hasta que fuera Manuel mi marido, pero no era posible??
 Mientras tenia estos dos orgasmos mire la cara de mi amante, al venirse en mi boca, entonces el desconocido se viene en mi, y los gritos de los 3 eran tantos que no dudarÃa que el hombre de seguridad, nos hubiera escuchado aunque nos encontrábamos en el 3 piso, y subiera a ver que sucedÃa???
El semen de Alfredo salió por todos lados, escritorio, mi ropa, su ropa, porque después de la primera expulsión lo desvió de mi cara, sabia que no me gusta mucho tragarlo.
Me quiero separar para ver quien fue el que me cogió tan rico, pero fue imposible ya que los dos no me lo permitieron. Solo siento que se sale de mi, me da una cariñosa palmada en mi ponpi derecha, y se va por el pasillo oscuro, poniéndose su ropa.
 Segundos después me movà de la posición en que estuve en la ultima media hora, medio me acomode el suéter azul, trate de disimular las manchas de mojado, quite el bra que ya lo tenia al cuello, y deje caer la falda, cubriendo de nuevo mi usado y cansado cuerpo de esa inolvidable noche.A Alfredo le dije con una picara sonrisa..... tenias razón,, me gusto. Pero quien fue???? DÃmelo por favor???? ...algún dÃa te lo diré pero no hoy........Estas totalmente loco y enfermo de sexo, pero ya somos dos, porque la verdad, si yo no hubiera aceptado lo que hicimos, el jamás me obligarÃa a hacerlo!..... conocÃa mis fantasÃas sexuales, y mis deseos de cosas nuevas y prohibidas.Â
Le doy un ultimo beso de despedida y medio de agradecimiento por una noche tan erótica, y salgo corriendo a mi oficina, agarro el portafolios, apago la luz, y bajo directamente a mi coche que estaba en el estacionamiento, de abajo.
Me meto en el caribe GT gris, en el primer semáforo de Reforma saco mis calzones que estaban en el portafolio, y me los pongo disimuladamente, para proteger el asiento de mi cochecito que no tenia la culpa de las cachonderias de su dueña!! La falda estaba en un desastre, el coche olÃa a todo... sudor, sexo femenino, sexo masculino, y mis calzones se quedaron como si los hubiera metido en un plato de sopa.
Llego a la casa como a las 12.45, todavÃa era temprano para que Manuel llegara, y su coche no estaba!! uf uf....Me meto a la recamara me desvisto y rápidamente prendo el agua caliente para darme un buen regaderazo que tanta falta me hacia.
Como siempre pongo el agua bien caliente, reviso rápidamente mi ropa, falda, suéter, bra, eran un desastre pero los calzones daban lastima, creo que me habÃa venido unas 6 o 7 veces, y los otros dos unas tres o cuatro, adentro y afuera de mÃ. Tenia tiempo, pero debÃa guardar toda esa ropa para lavarla yo misma, pero estaba tan cansada que lo harÃa el otro dÃa por la mañana. Me meto a bañar con el agua hirviendo, en la regadera de nuestro departamento, haciendo que el jabón llegara a todos los rincones posibles de mi cuerpo, como para cuidar cualquier vestigio que pudiera delatar mi infidelidad de aquella noche, lo que menos querÃa era un problema con Manuel, que a pesar de todo me hacia sentir algo culpable, porque yo estaba casi segura que desde nuestro matrimonio hace algunos años, no me habÃa sido infiel, todavÃa!!!!!!
 Pocos años después el se cobro con creces todas mis punterÃas de antes y de recién casada, pero esas serán otras historias que él tendrá algún dÃa que contarme.
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Creo que me demore mas de 20 minutos en la regadera, pensando, disfrutando, y tratando de entender él porque??? Que hasta hoy todavÃa no encuentro una buena respuesta.
Lo único que sabia es que no me podÃa salir de tanto erotismo y lujuria con Alfredo, y probablemente todavÃa no lo querÃa hacer. Salgo de la regadera, envuelta en una gran toalla blanca, entro al cuarto y para mi gran sorpresa veo a Manuel ya metido en la cama?????? Que tanto me habré tardado en la regadera???
 Con los ojos busco rápidamente mi desastrosa y olorosa ropa, con una mirada rápida no la encontré!!!!! De inmediato mi corazón aumenta los latidos en una forma exponencial, mi nerviosismo creció, pero creo que lo pude disimular un poco?
Saludo a mi marido, con un beso en la boca, sin novedad, pero antes de acostarme fui dizque a la cocina para tomar un vaso con agua, busque el canasto de la ropa sucia y ahà estaba la mÃa con la de el.
 Regreso a la cama, me acuesto y al parecer no paso nada, nos dormimos rápido, yo como piedra hasta las 7.00 AM. En que desperté y pensé con calma..... Manuel es tan fijado en esas cosas, no habrá notado el lastimoso estado en que estaba mi ropa?El olor a sexo era de tal forma intenso que podrÃa estar segura que si me habÃa apañado? Porque no me habrá dijo nada?
Estaba con estos pensamientos cuando Manuel, sale del baño ya vestido, terminando de rasurase, me saluda como si nada, se pone la corbata, agarra su saco y portafolios, se despide, y se fue a su trabajo en Toluca.
Salgo de la cama y rápidamente voy al canasto de ropa sucia para meter lo antes posible todo a lavar, pero mi sorpresa fue enorme al no encontrar los calzones???? Y eso que busque por todos lados, en mi portafolio, y hasta baje al coche en bata, pero nada. no podÃa ser??? Que paso con ellos? Nunca lo supe, pero si en el fondo, sabia que me habÃan cachado mi noche loca!!.
Algunos años después le conté a mi marido que mi jefe habÃa sido mi amante por algún tiempo, en una de esas noche en que ambos nos sinceramos y nos contamos nuestras aventuras extramaritales.
Le conté de otras cuatro, o cinco veces que habÃamos tenido sexo, y otras mas que nunca le llegue a contar, inclusive con otras dos o tres personas con las cuales tuve algunos encuentros esporádicos, y él me contó de muchas otras que habÃa tenido, pero la verdad, todas ellas sucedieron después de mi relación con mi jefe, y con un ingles que algún dÃa escribiré a detalle.
Definitivamente en nuestro matrimonio, el primero que fue infiel, fui yo.
Manuel me contó mucho mas historias y aventuras que las mÃas, pero estoy segura que tal como y como yo, todavÃa me debe, y me seguirá debiendo otras historias eróticas, que algún dÃa me encantarÃa conocer??
Lo que todavÃa no sé, es donde, se quedaron los malditos calzones? Â